En los últimos días se ha alcanzado un acuerdo entre EEUU y la India, que ha sido fijado en un Memorando de Entendimiento (MoU), a través del cual ambos países colaborarán en la fabricación de semiconductores sin necesidad de depender de China, con quien la tensión geopolítica va en aumento conforme pasan las horas.
A raíz de la nueva Ley de Ciencia y Chips de EEUU y la Misión de Semiconductores de India (ISM), se construirá una alternativa real y competitiva al gigante asiático en el sector de los semiconductores, siguiendo con la línea de restricciones del gobierno de Joe Biden.
El acuerdo entre ambos países ayudará a construir cadenas nacionales de suministro de semiconductores y a eliminar las barreras regulatorias relativas a la movilidad empresarial y de talento. Solo así se conseguirá crecer dentro del ecosistema de semiconductores diversificados. Este es el primer paso que muestra que EEUU pretende tener más colaboraciones con cadenas de suministro fuera de China y levantar un ecosistema de semiconductores liderado por ellos.
Es curioso, pero India es actualmente el séptimo país más importante para las exportaciones de semiconductores de China, de tal modo que esa profunda relación con EEUU pondría en jaque al gigante asiático a medio-largo plazo.
Una oportunidad para India
India ha sabido moverse en el terreno de las discrepancias políticas entre EEUU y China y, a raíz de su nueva ISM, impulsar desde el gobernó estrategias que desarrollen en el país la fabricación de semiconductores y pantallas. Su objetivo es atraer a empresas nativas de fabricación de chips a nivel mundial y que estableciesen en su territorio sus sedes.
Ya en 2021 aprobaron un Plan de Incentivos para atraer inversiones en este sentido, ya que para que las empresas fabricantes decidan apostar por la India, tendrán que disponer de materias primas complejas (obleas de silicio, gases y productos químicos). La crítica situación económica derivada de la pandemia tampoco ha contribuido a esa independencia técnica de la India en la fabricación de semiconductores, y por ende, de servidores, ordenadores y automóviles, entre otros.
China, Taiwán, Corea del Sur, Japón y EEUU son los principales fabricantes de chips en la actualidad, aunque la necesidad de la administración Biden por frenar el poder geopolítico de China, basado en la fabricación de productos tecnológicos, ha llevado a que India gane nuevas posiciones en el desarrollo de tecnología de chips.
Por eso India está trabajando para poder crear una cadena de suministro potente y competente frente a otros países, siendo capaz por sus propios medios de diseñar chips, fabricar obleas, montar y embalar piezas y automatizar el diseño electrónico (EDA). Todo esto es una revolución para el país, que solo tiene presencia en el diseño de chips.
India forma parte actualmente del ecosistema fabless, es decir, se dedica a la fabricación de semiconductores pero sin contar con una planta específica para las obleas de silicio, especializándose en el diseño y comercialización de los chips.
Ya en septiembre de 2021, la Quad Alliance trabajó para asegurar las cadenas de suministro de semiconductores y tecnologías de telecomunicaciones 5G reduciendo la influencia de China. Ese conglomerado, conformado por EEUU, India, Japón y Australia, demostró su poder tecnológico y su autoabastecimiento.
Un futuro prometedor para India
El país podría convertirse en parte de la cadena de suministro global de semiconductores, ganándole parte del terreno al grupo de China, Taiwán, Japón y Corea del Sur que representa el 75%. No obstante, para ello deberán levantar y consolidar su primera fábrica comercial de semiconductores.
En palabras del ministro indio de TI, Ashwini Vaishnav, brevemente anunciarán la instalación de una fábrica de semiconductores partiendo de la propuesta de uno de los tres inversores internacionales; Vedanta-Foxconn, Consorcio Internacional de Semiconductores (ISMC) y Singapur.
Una vez consolidada la industria, pasaría un plazo de tres a cuatro años para que las obleas fabricadas pudiesen ser enviadas a los clientes, siendo el plazo de ensamblaje y prueba de semiconductores de unos tres años.
Ya cuentan con una industria química muy avanzada, que sumada a la Política Nacional de Educación (NEP), en nuevo diseño de planes de estudio desarrollado por el Consejo de Educación Técnica de la India (AICTE) y el impulso político en hardware que incluye PLI y esquemas DLI, el país podría consolidarse como una nación clave en la fabricación de semiconductores.