El presidente de Corea del Sur, Yook Suk-yeol, ha llamado a Donald Trump para felicitarle por su victoria en las elecciones presidenciales y le ha transmitido su deseo de que la colaboración entre ambos países continúe bajo el liderazgo norteamericano.
Así, agendaron un celebrar una cumbre próximamente en la que tratarán su preocupación por la situación de Corea del Norte. En los 12 minutos que duró la conversación, trataron el desarrollo nuclear, el lanzamiento de misiles y el despliegue de tropas en Rusia del país vecino. Igualmente, ambos mostraron su preocupación por la seguridad y la urgente situación en Ucrania.
Trump ha tildado de «esencial» esta reunión, aunque no han fijado una fecha aún. Estados Unidos buscar a trabajar con Corea del Sur en las exportaciones, reparaciones y mantenimiento de la industria naval.
Horas antes a la llamada, Yoon ya había felicitado al presidente electo y expresó su deseo de estrechar sus relaciones bilaterales, asegurando estar «esperando trabajar con él». «Bajo tu fuerte liderazgo, el futuro de la alianza entre Estados Unidos y la República de Corea —nombre oficial de Corea del Sur— y América brillará más. Esperando a trabajar estrechamente contigo», decía el líder asiático en su perfil de X.
Una de las contribuciones más importantes de los surcoreanos es la acogida de bases estadounidenses en su territorio, sobre lo que Trump en campaña afirmó que Seúl les pagaría de forma anual 10.000 millones de dólares por el mantenimiento de este despliegue. Hace un mes ambos países renovaron su acuerdo que regula estas aportaciones hasta 2030. En este Corea del Sur se comprometía a incrementar la cantidad hasta los 1.190 millones de dólares, es decir, un 8,3 %. En los cuatro años siguientes la cantidad ascendería según el índice de precios de consumo.
La alianza Japón-EE. UU.
De la misma forma, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, mantuvo una conversación telefónica con el vencedor de las elecciones estadounidenses y prometieron verse «lo antes posible cara a cara». La intención es fortalecer la alianza Japón-EE. UU. desde diversos puntos de vista. Es «la base de la diplomacia y de la seguridad de Japón», decía el portavoz del Ejecutivo nipón, Yoshimasa Hayasi.
La intención es mantener «un orden internacional libre y abierto» a la vez que fortalecen «la capacidad de disuasión de la alianza».
Ishiba ha calificado a su homólogo como «amigable», asegurando que podrán hablar «honestamente» de sus intereses. «Nos hemos deseado que cada uno de nosotros hagamos buen trabajo», concluía.