El legado de Joko Widodo (o Jokowi) debía ser una política libre de corrupción y una revolución de las infraestructuras en Indonesia. A primera vista, el presidente saliente ha logrado parcialmente lo último. Durante su década en el poder, el gobierno de Jokowi ha supervisado alrededor de doscientos proyectos. El más grande se inauguró oficialmente el 17 de agosto, la nueva capital, Nusantara, una ciudad nueva levantada en las selva de Borneo.