El 65 por ciento de la población japonesa considera innecesario apresurarse a debatir las revisiones de la Constitución en el Parlamento, según una encuesta divulgada hoy.
Así lo refleja una pesquisa realizada por la agencia de noticias Kyodo News, a pesar de la esperanza del primer ministro nipón, Fumio Kishida, de hacer una enmienda a la Carta Magna mientras esté en el cargo.
Si bien el 75 por ciento de los encuestados dijo que era necesario revisar la Constitución, que fue redactada por las fuerzas de ocupación lideradas por Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial y nunca ha sido enmendada, hubo división sobre la reelaboración del Artículo 9.
En ese particular, que se refiere específicamente a la renuncia del país a la guerra, el 51 por ciento se mostró a favor de su modificación, y el 46 por ciento en contra de la medida.
Kishida ha expresado que tiene la intención de revisar la Constitución durante su mandato como presidente del gobernante Partido Liberal Democrático, que se extenderá hasta septiembre próximo.
Al parecer, la agenda es parte de un esfuerzo de su parte para apuntalar la base de apoyo conservadora del partido.
Cuando se le preguntó sobre el deseo del primer ministro de revisar la Constitución para septiembre, el 65 por ciento dijo que no sentía «ninguna necesidad de apresurarse», mientras que sólo el 33 por ciento pidió discusiones aceleradas en la Dieta.
La Constitución japonesa de posguerra nunca ha sido revisada desde que entró en vigor en 1947, ni se ha intentado iniciar un proceso de enmienda formal, en parte debido al alto obstáculo que supone proponer una enmienda en el Parlamento.
La coalición gobernante de los partidos Liberal Democrático y Komeito necesita la ayuda de algunas fuerzas de oposición para asegurar la mayoría de dos tercios en ambas cámaras de la Asamblea, necesarias antes de que las propuestas de enmienda puedan someterse a un referéndum nacional.
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