El gabinete chino dio a conocer el martes nuevas medidas para frenar la ralentización de la inversión extranjera, entre ellas la ampliación del acceso al mercado y la relajación de algunas normas.
Las empresas extranjeras se han mostrado más agrias con Pekín desde que abandonó a finales de 2022 sus restricciones ultrarestrictivas al COVID, con el peso de la preocupación por el entorno empresarial, la recuperación económica y la política.
En un plan de acción, el Consejo de Estado -el gabinete chino- dijo que reducirá la lista de industrias en las que las actividades de los inversores extranjeros están restringidas o prohibidas, y llevará a cabo proyectos piloto en ciencia e innovación tecnológica para atraer a empresas extranjeras.
China también ampliará el acceso de las instituciones financieras extranjeras al sector bancario y de seguros y aumentará el alcance de su participación en el mercado nacional de bonos, según el plan detallado publicado por la agencia oficial de noticias Xinhua.