China sigue comprometida a desempeñar un papel constructivo en la resolución de la cuestión nuclear de Corea del Norte, declaró el martes el enviado de Pekín para asuntos coreanos, una semana después que el Norte prometiera desarrollar sus fuerzas nucleares “a la mayor velocidad posible”.
Liu Xiaoming, representante especial del Gobierno chino para asuntos de la península coreana, hizo este comentario durante una reunión con su homólogo surcoreano, Noh Kyu-duk, en Seúl, según el ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur.
La semana pasada, el líder norcoreano Kim Jong-un prometió acelerar el desarrollo del arsenal nuclear de su país mientras supervisaba un enorme desfile militar, ya que las conversaciones de desnuclearización con Estados Unidos siguen estancadas.
Noh expresó su preocupación por las recientes pruebas de misiles del Norte y las actividades para restaurar su centro de pruebas nucleares de Punggye-ri y pidió a Pekín que desempeñe un papel para que Pionyang vuelva a dialogar, según el ministerio.
“Las dos partes acordaron continuar con una estrecha comunicación estratégica entre Corea del Sur y China sobre los asuntos de la península coreana”, dijo el ministerio en un comunicado de prensa.
Pionyang ha intensificado recientemente las pruebas de armamento, reanudando en marzo sus ensayos de misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés) por primera vez desde 2017. Responsables de Seúl y Washington dicen que también podría estar preparando una nueva ronda de pruebas nucleares.
Liu dijo el domingo que Pekín estaba preocupado por la tensa situación en la península coreana, pero añadió que la clave para resolver el asunto está en manos de Corea del Norte y Estados Unidos.
El viaje de Liu a Seúl, el primero desde que asumió el cargo en abril de 2021, se produce días antes de que el nuevo presidente electo de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, tome posesión de su cargo el 10 de mayo y de que el presidente estadounidense, Joe Biden, visite Seúl para mantener conversaciones con Yoon el 21 de mayo.
Estados Unidos ha presionado para que las Naciones Unidas impongan más sanciones al Norte. Pero China y Rusia se han opuesto, argumentando que las sanciones deberían suavizarse para impulsar las conversaciones y proporcionar ayuda humanitaria al empobrecido Norte.