La Junta de Inversiones de Tailandia (BoI) anunció que el Gobierno ampliará los plazos para que los fabricantes de vehículos eléctricos (VE) cumplan con las cuotas de producción nacional, atendiendo así a la débil demanda del mercado local.
En virtud del actual programa de incentivos, los fabricantes deben producir un VE ensamblado localmente por cada auto importado, lo que representa una proporción de 1:1.
Las empresas que no cumplan con esta cuota en 2024 se enfrentarán a una proporción más estricta de producción a importación de 1,5:1 en 2025.
La política tiene como objetivo alentar a los fabricantes de automóviles a establecer plantas de ensamblaje de VE en Tailandia, que ha atraído inversiones relacionadas con estos vehículos por un total 2,3 mil millones de dólares.
Para apoyar aún más a la industria automotriz, el Gobierno ampliará los requisitos de producción nacional de VE hasta fines de 2027. Esta medida se produce en un momento en que Tailandia lidia con condiciones de mercado estancadas causadas por el lento crecimiento económico y las estrictas políticas crediticias.
La Federación de Industrias Tailandesas (FTI) revisó recientemente su pronóstico de producción de automóviles para 2024 a la baja a 1,5 millones de unidades, el nivel más bajo desde 2021, citando la débil demanda interna.
Durante enero y octubre, las ventas totales de automóviles en Tailandia cayeron un 26,2% interanual a 476 mil 350 unidades, y las ventas de camionetas se desplomaron un 43%.
La disminución se atribuye a regulaciones más estrictas sobre préstamos para automóviles en medio de preocupaciones por el aumento de préstamos incobrables y la alta deuda de los hogares tailandeses./.