Las autoridades de Tailandia continuaron esta semana con las deportaciones de cientos de extranjeros, en este caso procedentes de India y Malasia, tras ser liberadas de centros de estafas en áreas fronterizas birmanas, en el marco de un megaoperativo impulsado por Pekín.
Este miércoles la Embajada de la India en Tailandia informó de la deportación de 549 indios mediante dos vuelos especiales que partieron entre lunes y martes desde Mae Sot, ciudad tailandesa fronteriza con Birmania y epicentro de este operativo.
«Esto forma parte de los esfuerzos del Gobierno de la India para lograr la liberación y repatriación de ciudadanos indios que fueron engañados con ofertas de trabajo falsas y obligados a trabajar en centros de estafa en los países vecinos de Tailandia», expresó la misión diplomática a través de X.
También este miércoles, Kuala Lumpur informó de la llegada de 25 malasios más procedentes de los centros de estafa, con lo que el total de rescatados de ese país asciende a 775, según datos del Gobierno, que espera rescatar a otros 211 nacionales.
China, que ya ha repatriado a cerca de 2.000 nacionales desde que comenzó el operativo a finales de febrero, había asegurado que entre miércoles y viernes de cada semana llevarán a cabo repatriaciones, cuando se estima que aún habría miles de chinos esperando a regresar a su país en Birmania.
Tailandia prevé recibir alrededor de 7.000 personas procedentes de centros de estafa de Birmania, por lo que ha coordinado con embajadas de 20 países, sin conocerse con exactitud cuáles, la deportación de sus respectivos ciudadanos, pues ha subrayado que no pondrá en marcha un centro de refugiados.
Fuentes cercanas al caso afirmaron a EFE que se cree que también hay ciudadanos de Latinoamérica y África entre los afectados, y que no se tiene constancia de que figuren europeos entre ellos.
También este miércoles, el diario oficial ‘The Global New Ligth of Myanmar’ informó de que el enviado especial de China para Asia, Deng Xijun, se reunió en Naypyidó con el líder de la junta militar que detenta el poder en Birmania desde 2021, Min Aung Hlaing, para abordar temas como la lucha contra el fraude digital y la seguridad fronteriza.
La existencia de estos centros de estafa en el Sudeste Asiático, que se cree están operados por mafias chinas, no es novedad, y muchos comenzaron siendo casinos ligados al blanqueo de capitales que durante los confinamientos por la pandemia pasaron al espacio digital.
Se trata de complejos cerrados, similares a prisiones, donde estas personas, engañadas con ofertas de trabajo, son obligadas a cometer estafas ‘online’ desde un ordenador, sufriendo una «violencia extrema», afirmó en diciembre Fabrizio Sarrica, investigador de la ONU sobre trata. EFE