Repsol ha puesto en marcha el mayor proyecto de captura de CO2 en Indonesia, vinculado al megayacimiento de gas natural de Sakakemang. Contempla el transporte y almacenamiento de carbono asociado a la producción de gas natural con un potencial de capacidad de almacenamiento de hasta 1,5 megatoneladas anuales. Además, constituye uno de los más avanzados dentro del portafolio del grupo.
Se trata de uno de los dos proyectos industriales de dimensión mundial de captura y almacenamiento de CO2 de la petrolera, junto con el que está llevando a cabo en las proximidades de su refinería de Petronor (País Vasco) para desarrollar una de las mayores plantas de combustibles sintéticos del mundo, con una inversión inicial de más de 60 millones de euros.
En este sentido, Repsol ha sellado alianzas por todo el mundo para lanzar una ofensiva de almacenamiento de carbono. En Noruega Repsol, a través de su filial en el país, participa en dos proyectos de I+D, ambos iniciados en 2022. Por un lado, se ha asociado con las tecnológicas Moreld Minox y ProSep para desarrollar un nuevo sistema de captura de carbono en alta mar. Se trata de un proyecto piloto, en el que la petrolera aporta conocimiento de la industria y financiación. Tiene como objetivo de reducir el tamaño y el coste de las instalaciones de captura de CO2. El sistema tendrá una capacidad de captura de 200.000 toneladas por año y se puede escalar para adaptarse a una gama de emisiones.
Además, forma parte de la iniciativa Olga CO2 Research, un proyceto para mejorar el software actual que permite predecir el comportamiento del CO2 tanto en el transporte como en la inyección de CO2. Es una colaboración industrial liderada por la empresa estadounense Schlumberger y financiada públicamente a través de la estatal noruega Gassnova. Repsol contribuye con recursos financieros y aportaciones técnicas.
En Brasil , Repsol Sinopec, compañía que forma parte del grupo, anunció la puesta en marcha del proyecto CO2CHEM para fabricar combustibles sintéticos a partir de dióxido de carbono capturado. También participa en el proyecto DAC.SI, cuyo objetivo es el desarrollo de la tecnología de captura directa de CO2 del Aire (DAC) y evaluación de ubicaciones idóneas para su almacenamiento geológico en rocas basálticas. En la primera fase, la iniciativa tendrá una capacidad para absorber 300 toneladas de CO2 alimentada por paneles de energía solar. Se trata de un proyecto en colaboración con la startup alemana DACMa y la Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul.
En noviembre de 2021, Repsol también se asoció con Carbon Zero, filial de Cox Oil, una compañía norteamericana para evaluar el desarrollo de proyectos innovadores de captura y almacenamiento de C02 en la costa estadounidense del Golfo de México.
Fondo de 1.000 millones
Entre otras iniciativas para el desarrollo de las tecnologías de captura, utilización y almacenamiento de carbono, Repsol canaliza sus esfuerzos junto a sus socios de Oil & Gas Climate Initiative (OGCI) a través del fondo de inversión OGCI Climate Investment, dotado con 1.000 millones de euros. Esta organización agrupa a grandes compañías del sector, y su fondo invierte en tecnologías de descarbonización.
En este ámbito, destaca la inversión en la compañía canadiense Svante, que ha desarrollado una tecnología de captura de CO2 con el potencial de reducir a la mitad los costes sobre otras técnicas actuales, empleando para ello adsorbentes obtenidos a partir de nanomateriales. OGCI también respalda a empresas como Solidia, compañía dedicada a la producción de cemento y hormigón que ha patentado una tecnología que permite emplear CO2 en lugar de agua en el fraguado del hormigón.