La
guerra de Ucrania ha desatado toda clase de interpretaciones y proyecciones. La más recurrente es la posibilidad de un estallido bélico en el estrecho de Taiwán,
el lugar más peligroso de la tierra, según The Economist. China quiere que
Taiwán sea reconocida como parte de su territorio nacional y de su sistema de gobierno, pero la pequeña isla, habitada por 25 millones de personas, sigue siendo una democracia independiente de los designios de
Pekín y un aliado estrecho de
Estados Unidos, donde muchos creen que una guerra allí es inevitable y que podría acabar con la victoria taiwanesa, lo que debilitaría a
China como potencia comercial y militar en
Asia.Los éxitos militares cosechados por el Ejército de Ucrania contra las tropas de
Vladimir Putin son vistos por algunos congresistas norteamericanos y analistas como un indicio consistente de lo que podría sucederle al Ejército chino en Taiwán. Al mismo tiempo, los
nacionalistas taiwaneses están envalentonados con la posibilidad de enfrentarse al gigante asiático, según escribe el experto
Zheng Wang.
La llama del conflicto está encendida desde hace años ya que para China recuperar Taiwán sigue siendo el objetivo estratégico más preciado. Es demasiado fácil pensar que en un conflicto con estos actores y en una zona de vital importancia para EEUU, el Indo-Pacífico, dominado por Washington desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la Casa Blanca vaya a quedarse de espectador. Además, el presidente chino Xi Jinping ha reiterado que la unificación completa es una tarea histórica que “debe cumplirse y se hará”. Por tanto, los riesgos de un enfrentamiento regional podrían acabar en una gran conflagración militar a escala mundial con consecuencias imprevisibles y catastróficas.
Desde el punto de vista militar, Taiwán es una isla, mucho más fácil de aislar y atacar que Ucrania, que es el segundo país más grande de Europa. Rusia tiene problemas de abastecimiento de sus tropas en el frente ucraniano, pero en el caso de una guerra en Asia, es de esperar que China no se enfrentaría a la misma dificultad y que podría llevar armas y tropas con rapidez y facilidad, explica Wang. Pekín tiene dos portaaviones en servicio y va camino de construir el tercero, lo que constituye un elemento clave en la defensa de sus posiciones ante un posible enfrentamiento con la armada estadounidense, que tiene actualmente once portaaviones, si bien no todos están en servicio.
Pekín lleva preparándose para esta guerra desde 1949, cuando el ejército derrotado del Kuomintang se refugió en Taiwán tras el triunfo comunista en la guerra civil china. Su Ejército tiene perfectamente localizados todos los objetivos militares taiwaneses y ha desarrollado reproducciones a escala de los sitios militares como aeropuertos militar, hangares y oficinas gubernamentales con las que ha venido entrenando desde hace tiempo.
En los últimos dos años, patrullas aéreas conformadas por varias docenas de aviones militares han sobrevolado la zona de defensa aérea de Taiwán, lo que constituye una clara advertencia sobre las intenciones chinas ante una posible operación militar y ante las maniobras militares de los países occidentales. En los últimos tiempos en el Mar de Filipinas los portaaviones USS Ronald Reagan, USS Carl Vinson y el HMS Queen Elizabeth británico han estado entrenando junto con otros 14 buques de guerra de Japón, Nueva Zelanda, Países Bajos y Canadá.
Pekín lleva preparándose para esta guerra desde 1949, cuando el ejército derrotado del Kuomintang se refugió en Taiwán tras el triunfo comunista en la guerra civil china. Su Ejército tiene perfectamente localizados todos los objetivos militares taiwaneses y ha desarrollado reproducciones a escala de los sitios militares como aeropuertos militar, hangares y oficinas gubernamentales con las que ha venido entrenando desde hace tiempo.
En los últimos dos años, patrullas aéreas conformadas por varias docenas de aviones militares han sobrevolado la zona de defensa aérea de Taiwán, lo que constituye una clara advertencia sobre las intenciones chinas ante una posible operación militar y ante las maniobras militares de los países occidentales. En los últimos tiempos en el Mar de Filipinas los portaaviones USS Ronald Reagan, USS Carl Vinson y el HMS Queen Elizabeth británico han estado entrenando junto con otros 14 buques de guerra de Japón, Nueva Zelanda, Países Bajos y Canadá.
Por todo ello, diversos analistas recomiendan a Taiwán acercar su posición a lo que podría ser una Suiza neutral más que fijarse en el ejemplo de Ucrania. Para China, el mensaje es claro, si quiere aumentar su integración en la comunidad internacional como una gran potencia respetada debe mantener buenas relaciones con Occidente y para ello es vital evitar una posible guerra en la que ninguna de las parte saldría vencedora.
China ha dejado claro en varias ocasiones que no renuncia a la fuerza en su objetivo de recuperar Taiwán, pero de momento sigue optando por la vía pacífica. Chunjuan Nancy Wei, profesora de Ciencia Política en la universidad de Bridgeport, ve “poco probable que se produzca un conflicto militar abierto de inmediato en el Estrecho de Taiwán, pero se está gestando una guerra catastrófica porque tanto porque EEUU como China se están preparando para tales contingencias”. La experta aseguró a LA RAZÓN que Taiwán para China “es como Cataluña para España o los Estados Confederados para Estados Unidos”.