El CEO de Apple, Tim Cook (centro), hablando junto al Ministro de Comunicación e Información de Indonesia, Budi Arie Setiadi (derecha) y el Ministro de Industria de Indonesia, Agus Gumiwang Kartasasmita, durante una conferencia de prensa después de reunirse con el presidente de Indonesia, Joko Widodo, en el Palacio de Merdeka en Yakarta el 17 de abril de 2024.
Los esfuerzos de Indonesia para atraer capital de Apple y otras empresas tecnológicas a través de requisitos de inversión y fabricación local no son suficientes para obtener ganancias a largo plazo y pueden resultar contraproducentes, advierten los economistas.
Debido a las políticas locales de contenido de larga data de Indonesia, o “TKDN”, Apple no ha podido vender su último modelo de iPhone en el país hasta que invierta o obtenga más componentes localmente.
El 3 de diciembre, el viceministro de Industria de Indonesia dijo a los periodistas que el país planea aumentar el requisito de contenido local para las inversiones en smartphones.
Los planes llegan después de que el gobierno rechazara una propuesta de $100 millones de Apple destinada a allanar el camino para las ventas del iPhone 16. En su lugar, el gobierno ahora está pidiendo a Apple que invierta $1 mil millones en la producción de componentes para teléfonos celulares en el país.
Los requisitos de contenido, que se aplican a diversas industrias que van desde paneles solares hasta vehículos eléctricos, tienen como objetivo proteger a las industrias locales y crear una cadena de suministro de valor agregado en Indonesia.
Su posible aumento se produce en un momento en el que Indonesia compite con otros países en desarrollo del sudeste asiático, como Vietnam, para atraer inversiones y cadenas de suministro desviadas de China.
Sin embargo, aunque la política de contenido ha atraído compromisos de algunos fabricantes en el pasado, los economistas dicen que sigue siendo errónea y que ignora muchas de las razones más profundas por las que Indonesia no ha logrado atraer cadenas de suministro tecnológicas.
“Yo lo llamo pseudo-proteccionismo. Se trata menos de proteger el mercado interno de productos importados y más de intentar asustar a la inversión extranjera directa en el país,” dijo Bhima Yudhistira Adhinegara, director ejecutivo del Centro de Estudios Económicos y Legales (CELIOS), un grupo de reflexión indonesio.