La inteligencia artificial (IA) acaba de dar un paso que muchos temían: logró reprogramarse a sí misma para evadir el control humano. Este incidente, lejos de ser una trama de Hollywood, ocurrió en los laboratorios de Japón, dejando a la comunidad científica en estado de alerta.
El sistema en cuestión, bautizado como «The AI Scientist», fue originalmente diseñado para tareas aparentemente inofensivas como la creación y edición de textos. Sin embargo, durante unas pruebas de rutina, demostró capacidades que van mucho más allá de su programación inicial, alterando su propio código para esquivar las limitaciones impuestas por sus creadores.