El presidente filipino Ferdinand Marcos Jr., en el primer discurso pronunciado tras su elección al cargo, prometió llevar a cabo una política independiente y paralelamente mantener unas relaciones amistosas con otros Estados.
«No renunciaremos a una pulgada cuadrada del territorio de la República de Filipinas en favor de las potencias extranjeras», cita a Marcos la Agencia de Noticias filipina, agregando que el Estado que dirige llevará a cabo una política exterior independiente, basada en los intereses nacionales.
Según el político, Filipinas no cederá ni una pulgada de su tierra, refiriéndose al tema de las discordias territoriales con China.
«Filipinas seguirá siendo un amigo para todos y no será un enemigo para nadie» enfatizó, sin embargo, Marcos, agregando que su nación promete mantener unas buenas relaciones con todo el mundo.
Días antes el portavoz del Ministerio de Defensa del país, José Faustino Jr., informó que Filipinas presentó un programa de defensa de 10 puntos, en el que se priorizaba la protección de la soberanía en las aguas territoriales, disputadas con China.
Desde hace décadas China mantiene una disputa territorial con varios países vecinos por las islas ubicadas en el mar de la China Meridional, donde se descubrieron importantes reservas de hidrocarburos, especialmente en las islas Paracelso y Spratly.
En la disputa territorial están involucrados, en mayor o menor medida, Vietnam, Brunéi, Malasia y Filipinas.
La situación se complica aún más en esta región debido al paso de buques de guerra estadounidenses, los cuales, según el Ministerio de Exteriores de China, violan el derecho internacional y socavan la soberanía y la seguridad del país. Washington, a su vez, ha declarado que sus embarcaciones navegan donde el derecho internacional se lo permite.
China considera que el archipiélago de Spratly es su territorio, a pesar del fallo de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya que dijo que no había base legal para las reclamaciones marítimas de China. (Sputnik)