La empresa japonesa Taiyo Oil Co. recibió esta semana un cargamento de petróleo crudo ruso transportado por el buque Voyager, un navío incluido en las listas de sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y de la Unión Europea. Se trata del primer embarque de este tipo que llega a Japón desde hace más de dos años y constituye una señal del creciente pragmatismo de los compradores internacionales frente a las restricciones impuestas a Rusia desde el inicio de la invasión a Ucrania en 2022.
La operación fue posible gracias a una exención específica que Japón mantiene para importar crudo Sakhalin Blend por motivos de seguridad energética. Esta dispensa fue recientemente extendida por la Unión Europea hasta fines de junio de 2026, como parte del 17.º paquete de sanciones a Rusia aprobado el 21 de mayo. En paralelo, Estados Unidos mantiene una exención propia, actualmente vigente hasta el 28 de junio, con renovaciones habituales.
Según confirmó un vocero de Taiyo Oil, la empresa accedió a esta compra tras una solicitud directa del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI) de Japón. La medida se justificó como una necesidad operativa: la imposibilidad de despachar el crudo hubiese afectado negativamente la producción de un proyecto de gas natural licuado (GNL) respaldado por Japón, dado que ambos hidrocarburos se extraen en simultáneo del proyecto ruso Sakhalin 2.
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