Japón observa entrada en vigor de los aranceles al acero de Trump con la mira en el motor

Japón observaba este miércoles con cautela la entrada en vigor de los aranceles del 25 % a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio, mientras redobla sus esfuerzos para verse exento de los gravámenes con la vista puesta en el motor, el sector de mayor peso en su comercio con Estados Unidos.

Los aranceles, los primeros orientados a un sector específico que entran en vigor tras el regreso de Trump al Despacho Oval en enero, se hicieron efectivos a las 13:00 hora local, medianoche en EE.UU., sin que los mercados bursátiles japoneses se vieran especialmente afectados pese a la cautela, que los mantenía casi planos.

Pese a que la propuesta de la acerera japonesa Nippon Steel de adquirir U.S. Steel ha generado enorme interés, las exportaciones niponas de acero a EE.UU. apenas supusieron el 1,4 % de los 302.600 millones de yenes (2.000 millones de dólares) a los que ascendió el comercio total del país asiático con el norteamericano en 2024.

Los envíos japoneses de aluminio a la potencia son anecdóticos.

Pese a ello, el ministro japonés de Comercio, Yoji Muto, viajó esta semana al país norteamericano para pedir infructuosamente a la Administración Trump que Japón sea excluido del alza de tasas e incrementos venideros, con la vista puesta en una exención de los previstos gravámenes del 25 % a las importaciones automovilísticas.

En 2018, durante la primera presidencia de Trump, el mandatario impuso aranceles del 25 % al acero y del 10 % al aluminio, pero con el relevo de Joe Biden, a varios de los socios comerciales de Washington, incluidos Tokio y la Unión Europea, se les concedieron cuotas exentas de aranceles para las importaciones de acero.

La cuota para Japón se fijó en 1,25 millones de toneladas anuales en 2022, una cifra que no superó el año pasado (1,2 millones), de acuerdo a la Federación japonesa del hierro y el acero.

Estados Unidos es el mayor socio comercial de Japón, cuyas exportaciones al país norteamericano totalizaron 12,29 billones de yenes (unos 143.740 millones de dólares) en 2024.

En dicho cómputo, las exportaciones de acero representaron 300.000 millones de yenes (2.025 millones de dólares) y las de aluminio alrededor de 30.000 millones (202,5 millones de dólares), según cifras gubernamentales recogidas por el diario económico Nikkei.

Japón fue en 2024 el séptimo mayor exportador de acero a EE.UU., con una cuota del 4,1 %, por detrás de Canadá (22,7 %), Brasil (15,6 %), la UE (14,8 %), México (12,2 %), Corea del Sur (9,7 %) y Vietnam (4,7 %), según el Departamento de Comercio estadounidense.

El Gobierno de Tokio vigila de cerca los desarrollos arancelarios de Trump y lleva desde mediados de febrero realizando esfuerzos diplomáticos para verse exento de los gravámenes, con la idea principal de proteger los intereses de su industria automotriz.

El arancel actual de las importaciones estadounidenses de estos bienes es del 2,5 % y su alza hasta el 25 % previsto tendría un impacto importante en un sector clave para el comercio nipón.

Las del motor supusieron el 28,3 % de las exportaciones japonesas a EE.UU. en 2024, el sector que mayor proporción abarca, seguido por los envíos de componentes para automóviles, que supusieron el 5,8 %.

Tokio está pendiente, además, de los ‘aranceles recíprocos’ que el presidente Trump ha prometido imponer a los socios comerciales con los que EE.UU. mantiene déficit, como es el caso de Japón.

Los gravámenes de las importaciones japonesas de productos estadounidense no son demasiado elevados, pero la Administración Trump ha acusado al país asiático de abusar de barreras no arancelarias que tratan injustamente a las empresas estadounidenses.

Las acciones de Nippon Steel, la mayor acerera japonesa, subían en torno a un 1 % en la Bolsa de Tokio tras la entrada en vigor de los aranceles al acero y el aluminio, mientras que las de los dos mayores fabricantes de vehículos nipones, Toyota y Honda, negociaban sin rumbo fijo y prácticamente planas.

El tercer mayor fabricante automovilístico del país asiático, Nissan, subía por su parte un 1,6 %, tras anunciar en la víspera el nombramiento de un nuevo presidente a partir del 1 de abril, el mexicano Iván Espinosa, que apuntó en sus primeras palabras tras su designación a un refuerzo de las operaciones en Estados Unidos. EFE