El Gobierno de Japón aprobó hoy un presupuesto suplementario de 13,1 billones de yenes (81.115 millones de euros) para financiar un nuevo paquete de medidas dirigidas a mitigar el impacto negativo de la inflación sobre consumidores y empresas.
Los fondos adicionales, que recibieron este viernes la luz verde del Gabinete del Ejecutivo que lidera Fumio Kishida, se financiarán principalmente (en torno a un 70 % de la cantidad total) con la emisión de nuevos bonos de deuda.
Unido a las desgravaciones fiscales que acompañan a las medidas y al efecto palanca mediante créditos y subsidios al sector privado, el volumen total del paquete de medidas contra la inflación ascenderá a 17 billones de yenes (105.000 millones de euros), según el Ejecutivo nipón.
Entre las nuevas medidas destacan exenciones fiscales de hasta 40.000 yenes anuales (250 euros) por contribuyente y 70.000 yenes (438 euros) en ayudas directas, en ambos casos para hogares con ingresos por debajo de la media nacional, y que serán mayores para las familias con niños.
Como parte del paquete también está previsto que el Gobierno efectúe una extensión hasta abril de 2024 de los subsidios que está facilitando para aliviar el encarecimiento de la gasolina, la electricidad y el gas.
Además, se incluye una partida para apoyar incrementos salariales en pequeñas y medianas empresas y en el sector del cuidado de ancianos a través de subsidios, e iniciativas para mejorar la productividad.
El presupuesto extraordinario también servirá para promover la inversión doméstica a través de un fondo dirigido a fomentar la producción de semiconductores de nueva generación en Japón. EFE