Japón aprueba los presupuestos generales de 2025, los primeros revisados en tres décadas

La Cámara Baja del Parlamento japonés aprobó este martes el borrador de los presupuestos generales del año fiscal 2025, los primeros revisados en 29 años y que han experimentado una reducción del monto por primera vez desde 1955 para que el gobierno en minoría del primer ministro Shigeru Ishiba lograra apoyos suficientes.

Los presupuestos de 115,2 billones de yenes (unos 736.000 millones de euros) siguen siendo una cantidad récord para el país, pese a que fueron recortados en 340.000 millones de yenes (2.170 millones de euros) en comparación con la propuesta inicial, una concesión que no sucedía desde hace 70 años.

Los presupuestos, destinados al ejercicio nipón de 2025, que arrancará el próximo 1 de abril y se prolongará hasta el cierre de marzo de 2026, están así listos para ser promulgados, dado que la coalición gobernante de Ishiba sí tiene mayoría en la Cámara Alta, donde resta su aprobación definitiva.

Ishiba se aseguró los apoyos suficientes a finales de febrero, tras alcanzar un acuerdo con un pequeño partido de la oposición, el Partido de la Innovación de Japón, para adoptar medidas que garantizan la educación secundaria gratuita en el país.

Para esta formación de la oposición, el acuerdo supone un intento para reforzar su base de apoyo fuera de la región de Kansai, donde se sitúa Osaka (oeste) y hacia la que estaba orientado antes de desarrollar sus aspiraciones nacionales.

Dado que la coalición gobernante ya no ostenta la mayoría en la Cámara Baja desde las elecciones generales del pasado octubre, necesitan apoyos para aprobar presupuestos y aprobar leyes, algo que no había sido necesario en décadas.

No está claro, sin embargo, si los presupuestos podrán ser promulgados antes del cierre del ejercicio actual, dado que la coalición gobernante no logró la aprobación de la Cámara Baja antes de la fecha límite del 2 de marzo para su entrada en vigor automática.

Según la Constitución japonesa, los presupuestos se promulgan 30 días después de ser aprobados por la Cámara Baja y ser enviados a la Alta. EFE