La muerte del expresidente a los 96 años abrió un impasse en la ola de protestas ocurridas en el país en contra de las medidas de aislamiento por el COVID-19.
China guardará este martes (06.12.2022) tres minutos de silencio en homenaje al expresidente Jiang Zemin, fallecido la semana pasada a los 96 años, un momento de unión nacional tras la ola de protestas contra las restricciones sanitarias impuestas por el coronavirus en el país.
Cuando las autoridades enfrentaban en noviembre un movimiento de protestas inédito desde las manifestaciones prodemocracia de 1989 en la Plaza de Tiananmen, la figura de Jiang pareció una fuerza unificadora: artífice de la entrada de China a la escena mundial, pudo restablecer la calma tras esa movilización.
Llegó al poder después de ese episodio y acompañó la transformación del país más poblado del planeta en una potencia mundial. Gobernó hasta 2003.
Murió el pasado miércoles de leucemia y falla múltiple de órganos en Shanghái, según medios estatales. Su cuerpo fue incinerado el lunes en Pekín en una ceremonia a la que asistieron el presidente Xi Jinping y otros altos dirigentes, según informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
El martes a las 10H00 (02H00 GMT) se realizará una ceremonia conmemorativa en el Palacio del Pueblo, en la Plaza de Tiananmen de Pekín, y será retransmitida en directo, anunció la televisión estatal CCTV.
«Las regiones y los departamentos deben garantizar que la mayoría de los miembros y cuadros del partido, así como el público, escuchen y observen», agregó.
Se guardarán tres minutos de silencio al tiempo que sonarán sirenas en todo el país, las banderas ondearán a media asta y se suspenderán las actividades recreativas mientras algunos juegos en línea, como el popular League of Legends, anunció una jornada de pausa.
Las bolsas de Shanghái y Shenzhen suspenderán las negociaciones durante esos tres minutos
Popular entre las jóvenes generaciones de chinos, Jiang divide a la población en cuanto a su legado: Se le acusa de no abordar los problemas generados por el salto económico de China, como la corrupción, la desigualdad, el impacto ambiental y los despidos debido a las reformas en las industrias estatales.
Bajo su mandato, la represión de militantes políticos también se hizo más feroz, aunque los medios estatales lo aclaman como un gran revolucionario comunista.