Las exportaciones de productos acuícolas desde Japón disminuyeron casi en un tercio en agosto pasado, mes en el que comenzaron los vertidos del agua tratada de la planta nuclear de Fukushima 1, calculó Sputnik a partir de las estadísticas oficiales.
Las ventas de pescado y mariscos japoneses en el mercado internacional alcanzaron las 31.100 toneladas en agosto, un 30% menos que en julio y un 25% por debajo de agosto de 2022. En términos de valor, esas exportaciones registraron una caída del 27% intermensual y un 25% interanual, situándose en 118,1 millones de dólares.
Quinces países que en julio pasado compraron 565 toneladas de productos acuícolas a Japón por 828.000 dólares, entre ellos Chile, México y Portugal, suspendieron esas importaciones en agosto; y 24 territorios más redujeron el volumen. Así, Dinamarca e Italia importaron apenas una quinta parte de las cantidades que adquirieron en julio; y España, una cuarta parte.
Por el contrario, Panamá, República Dominicana y Puerto Rico empezaron a importar en agosto pescado y mariscos japoneses, si bien la cantidad total no excedió las 27 toneladas. Varios países aumentaron el volumen, como Nueva Zelanda que adquirió 2,7 toneladas en agosto, un 300% más que en julio.
Entre el 24 de agosto y el 11 de septiembre, Japón realizó la primera fase del vertido de agua que se había utilizado para enfriar los reactores averiados de la central nuclear de Fukushima 1, y que se sometió luego a una depuración en el Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos (ALPS), que permite eliminar radionúclidos de 62 tipos, menos el tritio.
En la segunda fase, que comenzó este jueves y durará 17 días, al igual que la primera, se verterán al océano 7.800 metros cúbicos de agua depurada.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sostiene que esas descargas son seguras e instaló una oficina en la central de Fukushima para monitorearlas y asegurarse de que se acatan los estándares de seguridad pertinentes, pero aún así el plan suscita los recelos de Rusia, China, las dos Coreas y los habitantes de los municipios próximos a la planta nuclear. (Sputnik)