Estudiantes frente al Parlamento; rectores católicos: promover el diálogo y proteger la libertad y la democracia

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Las protestas lideradas por movimientos estudiantiles, trabajadores y grupos de la sociedad civil se han concentrado hoy frente al Parlamento en Yakarta. La coalición de asociaciones estudiantiles “Bem Si” ha declarado que su principal demanda es el cese de “la corrupción y la politización de la ley”. Las manifestaciones, que se han extendido por una semana en varias ciudades, han dejado un saldo de diez muertos, más de mil heridos y tres mil detenidos. Por su parte, el presidente Prabowo Subianto ha calificado a los manifestantes de “traidores y terroristas”, argumentando que el ejército y la policía han resistido a la violencia de las multitudes.

En una carta abierta de los rectores y presidentes de las universidades católicas de Indonesia, miembros de la Asociación de Universidades Católicas (APTIK), se ofrece un análisis crítico de la situación. En el documento, los 28 rectores expresan su temor ante la grave división entre la política y la sociedad civil.

En su misiva, recibida en la Agencia Fides, 28 rectores de instituciones académicas señalan que “Indonesia está atravesando una ola de incertidumbre debido a turbulencias geopolíticas y económicas, lo que ha provocado un aumento de la precariedad y el desempleo”. En este contexto, critican a las élites políticas por mostrar “arrogancia e indiferencia”, en lugar de empatía. Sostienen que los programas de desarrollo, que deberían promover el bienestar, “se han convertido en proyectos que favorecen los intereses de los oligarcas y las élites”.

Los rectores también denuncian que las políticas gubernamentales son perjudiciales para la población, citando el aumento de impuestos y los “elevados salarios” de los representantes políticos. Además, abordan el sistema educativo, señalando que se ha mercantilizado, y el favoritismo hacia las Fuerzas Armadas y la Policía, que reciben la mayor parte del presupuesto estatal.

Según los académicos, la rabia pública no solo se debe a la arrogancia de los funcionarios y la violencia policial, sino que también tiene sus raíces en la “injusticia, la desigualdad social y la pesada carga económica”. Afirman que la injusticia siempre provoca “profundas heridas y enfado” que estallan cuando la represión supera los límites humanos.

En este contexto, la asociación católica insta a las autoridades a respetar la moralidad y la Constitución, y a ponerse “del lado del pueblo”. Los rectores piden que las políticas se orienten a defender los intereses de la gente, en consonancia con la Pancasila y la Constitución de 1945. En su carta hacen un llamamiento al diálogo y el liderazgo auténtico, señalando que el poder ejecutivo y legislativo debe servir al pueblo, no a las élites partidistas u oligárquicas. “Un liderazgo auténtico, honesto y centrado en el bien del presente y del futuro puede restablecer la confianza del público y el orden de la convivencia”.

La APTIK enfatiza la urgencia de “proteger la democracia de las prácticas violentas y las intimidaciones”. La organización exige que se respeten la libertad de opinión, de asociación y de expresión, calificándolas de “pilares fundamentales de la democracia”. Además, advierte que “cualquier intento de silenciar las voces críticas mediante medidas autoritarias, censura de los medios de comunicación, intimidaciones u otras formas de violencia es una afrenta y una traición a la democracia”. La asociación subraya que la resolución de conflictos debe darse siempre dentro del marco democrático, respetando la soberanía popular.

Otro punto crucial es el llamamiento a la policía y las Fuerzas Armadas Nacionales de Indonesia para que pongan fin a la represión y adopten un “enfoque más humano”. La APTIK insta a las autoridades a comprender el estado emocional de los ciudadanos, indignados por la injusticia y la violencia. Según la organización, la represión “no hará más que exacerbar la ira y el sufrimiento” de un pueblo que ya soporta la carga de la injusticia económica y estructural.

La carta invoca el diálogo, urgiendo a la Cámara de Representantes, al Gobierno y al presidente a iniciar de inmediato un diálogo “transparente y de impacto” con los manifestantes. La APTIK apoya las protestas como una “forma de expresión y participación en una democracia sana”, siempre y cuando no se vuelvan anárquicas o destructivas.

Por último, el texto lanza una invitación a todos los intelectuales, estudiantes y la sociedad civil a “unirse y alzar la voz, proclamando la verdad auténtica”. Y recuerda que la verdad debe expresarse con integridad intelectual y coraje moral, y que es una responsabilidad histórica y ética garantizar que el país defienda los valores de la humanidad y la justicia.

“La paz es fruto de la justicia”, concluye el texto citando al Papa Francisco, y añade que la paz y la prosperidad se alcanzan cuando se trabaja por el bien común, uniendo fuerzas para superar el sufrimiento y promover la armonía
(PA) (Agencia Fides 4/9/2025)

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