El conservador Yoon Suk-yeol se impuso en las urnas por un exiguo margen y este 10 de marzo trazó los primeros lineamientos diplomáticos que su Administración tiene planificados. Principalmente, seguir la reconstrucción de la relación con Corea del Norte, la cual tuvo avances positivos durante el gobierno saliente, pero que en el discurso se volvió más rígida. China, Japón -con quienes tiene asuntos conflictivos- y Estados Unidos, los otros tres países apuntados.
Menos de 250.000 votos de diferencia hubo entre el opositor conservador Yoon Suk-yeol y el liberal oficialista Lee Jae-myung. Apenas por un 0,73% se definieron las elecciones presidenciales en Corea del Sur luego de una campaña de baja calidad, que fue más una carrera por ver qué figura se desgastaba menos en medio de acusaciones, descalificaciones y escándalos emergentes.
Finalmente fue Suk-Yeol, un exfiscal general -ejerció el cargo hasta 2021- de 61 años, que se adjudicó la victoria ante su adversario. En sus primeras horas como máximo mandatario, pidió “unidad”, “sentido común” y afirmó su intención de tener “siempre abierta” la línea de diálogo con Corea del Norte para continuar con la desescalada de tensiones que empezó en los últimos años.
No obstante, a diferencia del ahora expresidente Moon Jae-in, su postura es más rígida al referirse a Pionyang. Aseguró que intentará reforzar las defensas nacionales como método de disuasión y de cualquier “provocación”. También advirtió que responderá “con severidad” si suceden “acciones ilegales o irrazonables”.
El contexto recuperó tirantez en este inicio de año luego de que el régimen de Kim Jong-un desandará test armamentísticos que involucraron misiles hipersónicos y proyectiles balísticos de alcance intermedio. En Pionyang aún no hubo pronunciación oficial sobre la victoria de Suk-Yeol.
Los medios propagandísticos norcoreanos dieron cuenta que este jueves Kim hará un recorrido por instalaciones aeroespaciales nacionales donde se están desarrollando satélites para espiar a Estados Unidos y sus aliados.
Estados Unidos, la alianza contra “amenazas” norcoreanas
Yoon tuvo un contacto telefónico con el presidente Joe Biden, quien lo felicitó por imponerse en las elecciones y le manifestó el deseo de estrechar los lazos bilaterales, definidos como “el eje de la paz, la seguridad y la prosperidad en el Indopacífico”.
Además, reafirmaron un compromiso para formar una “coordinación para responder a las amenazas que plantean los programas nucleares y de misiles de Corea del Norte”, difundieron desde la Casa Blanca.
Uno de los puntos concretos para el refuerzo de capacidades conjuntas es el despliegue de sistemas adicionales de misiles THAAD, un asunto que puede generar resquemores con China, quien cree que eso es una amenaza para su seguridad nacional.