El ministro de Agricultura japonés, Taku Eto, dimitió este miércoles tras sufrir duras críticas por comentar que nunca compra arroz porque se lo regalan sus simpatizantes.
El comentario y las reacciones que ha provocado llegan en un momento en el que el país atraviesa una crisis por los altos precios del alimento, clave en su dieta.
El dimisión de Taku Eto supone un nuevo revés al Gobierno del primer ministro, Shigeru Ishiba, de cara a las elecciones a la Cámara de este verano y mientras el apoyo del público a su gabinete se encuentra en un mínimo desde que asumiera el cargo el año pasado.
Tras la dimisión, Ishiba nombró este miércoles al exministro de Medioambiente Shinjiro Koizumi para liderar la cartera de Agricultura.
Ishiba, de 67 años, sustituyó el 1 de octubre a Fumio Kishida al frente del país y decidió convocar elecciones para reafirmarse en el cargo, aprovechando un teórico tirón del efecto sorpresa en las encuestas. La jugada no salió como esperaba. Su formación, que ha regido Japón sin apenas interrupciones desde su fundación en 1955, ganó los comicios celebrados el 27 de octubre, pero con los peores resultados desde 2009.