“Este acto de agresión descontrolada constituye una flagrante violación de la soberanía de Qatar y una grave infracción del derecho internacional”, declaró el mandatario en sus redes sociales.
Las propias autoridades de Doha consideraron el ataque de la víspera una seria violación a la soberanía nacional, un acto cobarde y criminal, por constituir una flagrante violación de todas las normas y leyes internacionales.
Tras condenar el suceso, Anwar destacó que el bombardeo puso en peligro imprudente la vida de civiles y amenaza con agravar la situación en una región ya de por sí frágil.
Según enfatizó el estadista malasio, el atacar a Qatar, una nación clave para la mediación y el diálogo en Oriente Medio, Israel ha demostrado un profundo desprecio por la paz y la diplomacia.
Anwar calificó este ataque de indefendible e intolerable, adjetivos que igual empleó en días anteriores para condenar la ocupación de Gaza y la delicada situación del pueblo allí, sometido por Israel a crueldades y una vida inhumana.
Malasia nunca ha vacilado en la defensa de los derechos del pueblo palestino, incluso cuando gran parte del mundo, pese a su retórica sobre los derechos humanos y la democracia, prefiere darles la espalda, criticó la semana anterior mediante sus redes sociales.
El gobierno malasio este año tachó de inaceptable el intento de imponer unilateralmente y por la fuerza soluciones que ignoren el derecho del pueblo palestino a la libre determinación y vulneren su libertad.
De igual manera, este Ejecutivo ha manifestado en más de una ocasión su apoyo a la solución de dos Estados en Oriente Medio, como única forma viable para lograr una paz y una estabilidad duraderas en esa región.
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