El gobierno de India ha aprobado un programa estratégico de manufactura industrial por un valor de 72.800 millones de rupias, equivalentes a 815,74 millones de dólares, destinado a establecer una capacidad nacional para producir imanes permanentes de tierras raras. El anuncio fue realizado el miércoles por el ministro de Información, Ashwini Vaishnaw, luego de la sesión del gabinete.
El objetivo del programa es reducir drásticamente la dependencia del país respecto a la importación de estos componentes críticos, que son indispensables en sectores como vehículos eléctricos, defensa, aeroespacial y energías renovables. Actualmente, India importa la totalidad de los imanes permanentes que consume, situación que el gobierno considera insostenible a largo plazo.
Según datos oficiales, durante el ejercicio fiscal que concluye en marzo de 2025, India importó 53.748 toneladas métricas de estos materiales. Las estimaciones oficiales indican que la demanda nacional de imanes de tierras raras se duplicará hacia el año 2030, en línea con la expansión de industrias estratégicas vinculadas a la transición energética y la digitalización industrial.
La iniciativa gubernamental contempla la creación de plantas con una capacidad total de producción de 6.000 toneladas métricas anuales. Esta capacidad será distribuida entre cinco operadores industriales que serán seleccionados mediante un proceso de licitación global competitivo. Cada beneficiario podrá desarrollar hasta 1.200 toneladas métricas anuales, según precisó el Ministerio de Industrias Pesadas en un comunicado.
El programa está alineado con las prioridades de la política industrial india, que busca fortalecer la cadena de valor nacional en sectores de alta tecnología. A través de esta inversión, el gobierno pretende incentivar el establecimiento de capacidades locales tanto en manufactura como en innovación tecnológica, al tiempo que promueve la transferencia de conocimiento y la colaboración con actores internacionales.
Los imanes permanentes fabricados a partir de elementos de tierras raras —como el neodimio, disprosio, praseodimio y terbio— son fundamentales para una amplia gama de aplicaciones de alto valor agregado. Su uso es imprescindible en motores de tracción eléctrica, generadores eólicos, sistemas de navegación de precisión y equipamiento médico avanzado.
El control de la cadena de suministro de estos materiales se ha convertido en un tema de seguridad económica para muchos países. China actualmente domina la producción global de tierras raras y componentes derivados, lo cual representa una vulnerabilidad estructural para economías como la india, que buscan fortalecer su autonomía tecnológica y reducir riesgos geopolíticos.
El ministro Ashwini Vaishnaw subrayó que “con la finalización de este programa y la puesta en marcha de nuevas plantas, nuestra dependencia de importaciones se reducirá prácticamente a cero”. La declaración refleja el objetivo de sustituir importaciones de manera significativa mediante capacidad instalada nacional, lo que también podría posicionar a India como proveedor regional.
El anuncio ha sido bien recibido por analistas industriales, quienes destacan la importancia de establecer capacidades internas para procesar y transformar minerales estratégicos. No obstante, advierten sobre la necesidad de asegurar un marco normativo claro, incentivos adecuados y políticas de sostenibilidad ambiental para garantizar la viabilidad del programa a largo plazo.
India cuenta con reservas de tierras raras aún subexplotadas. Estados como Andhra Pradesh, Odisha y Tamil Nadu han sido identificados con alto potencial geológico para estos minerales, pero históricamente han enfrentado desafíos en materia de procesamiento y logística. El nuevo programa podría funcionar como catalizador para dinamizar esta cadena de valor, siempre que se acompañe de inversiones complementarias en exploración, refinación y tecnología de separación.
En paralelo, el proyecto se alinea con las metas de la política “Make in India”, que busca impulsar la fabricación nacional en sectores estratégicos, así como con los compromisos del país en materia de transición energética. Para cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones y electrificación del transporte, India necesita asegurar el suministro estable de componentes clave, entre ellos, los imanes permanentes de tierras raras.
La iniciativa también tiene una dimensión geoeconómica relevante. En un escenario internacional caracterizado por restricciones a las exportaciones de materiales críticos y creciente competencia por su acceso, contar con producción interna refuerza la soberanía industrial del país y mejora su posición negociadora en el mercado global.
Además de los beneficios industriales y estratégicos, el programa podría tener impactos positivos en términos de empleo calificado, atracción de inversión extranjera y generación de clústeres tecnológicos alrededor de la manufactura de componentes avanzados. La participación de empresas globales en el proceso de licitación también abre la posibilidad de establecer asociaciones tecnológicas y centros de excelencia en el país.
El desarrollo de imanes permanentes de tierras raras representa un segmento industrial de alto valor y creciente demanda, con aplicaciones críticas en tecnologías limpias, defensa nacional y digitalización de procesos industriales. La decisión del gobierno indio de intervenir con una política pública directa responde a esta necesidad urgente de ampliar capacidades productivas en segmentos estratégicos.
En términos generales, la medida confirma una tendencia clara de India hacia el fortalecimiento de su autonomía tecnológica y manufacturera. Aunque su éxito dependerá de la ejecución técnica, el respaldo institucional y el compromiso del sector privado, el anuncio representa un avance sustancial en la estrategia del país para consolidar su presencia en industrias clave del siglo XXI. (Minería en Línea)
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