Medios japoneses de prensa revelaron el regalo de cheques de 100 mil yenes (moneda nacional), equivalente a 673 dólares estadounidenses, a cada uno de los 15 políticos, durante una cena realizada en la residencia oficial del mandatario, a comienzos del mes de marzo.
El máximo dirigente nipón alega que los fondos provinieron de su propio bolsillo y, de esa forma, solo pretendió recompensar el trabajo duro de estos diputados.
Según afirmó, no se trata de una donación relacionada con actividades políticas, por tanto no entra en el Acta de Control de Fondos Políticos, ni viola la ley.
En Japón, la normativa en torno al control de fondos políticos impide las donaciones de dinero o activos financieros, incluyendo cheques regalo, en relación con las actividades políticas de los beneficiados.
Ishiba insistió este viernes en que su acción fue legal y pidió disculpas por causar preocupación en la población con el tema.
El predecesor de Ishiba, Fumio Kishida abandonó la alta responsabilidad, en 2024, luego de verse envuelto en escándalos político-financieros que enturbiaron la imagen de su partido y provocaron una merma de la popularidad de la organización.
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