
El primer ministro nipón, Shigeru Ishiba, afirmó este miércoles que Japón «determina su propio gasto en defensa por sí mismo, no por dirección de otros países», después de que la Administración de Donald Trump haya llamado a Tokio a incrementar su presupuesto militar.
«Japón decide su presupuesto de defensa por sí mismo», dijo el líder nipón en una comparecencia parlamentaria, en la que también añadió que ese gasto «no debería decidirse basado en lo que otos países nos dicen que hagamos».
El portavoz del Ejecutivo nipón, Yoshimasa Hayashi, señaló en la misma línea que lo más importante de la política nipona de Defensa es el contenido referente a las capacidades militares, más que el gasto en sí mismo.
Tokio se pronunció así después de que el nominado por Trump para uno de los altos cargos políticos del Pentágono, Elbridge Colby, afirmara en una respuesta escrita al Senado de EE.UU. que Japón «debería incrementar hasta al menos un 3 % de su PIB su gasto en defensa», así como acelerar el refuerzo de sus capacidades militares.
Colby también afirmó que «no tiene mucho sentido para Japón, un país que se encuentra bajo amenaza directa de China o Corea del Norte, gastar solo un 2 % (de su PIB)», en línea con los llamamientos que ha hecho Trump países de la OTAN o a Taiwán para que incrementen de forma cuantiosa su gasto en defensa.
El Gobierno nipón ha mantenido durante un largo período su gasto militar a alrededor del 1 % de su PIB, aunque en 2022 decidió emprender su mayor giro en materia de Defensa desde el final de la II Guerra Mundial.
Eso implicó ampliar sus capacidades militares e incrementar el gasto en defensa en un plazo de cinco años, con la meta de alcanzar el 2 % para 2027 de su producto interior bruto en el contexto de la invasión rusa de Ucrania y del auge militar de China y los desarrollos armamentísticos norcoreanos.
Japón tiene limitadas sus capacidades militares a la defensa ante agresiones externas, en el marco de su Constitución pacifista que fue adoptada en 1946 bajo ocupación estadounidense tras la derrota nipona en la II Guerra Mundial. EFE