De acuerdo con un reporte preliminar del BOJ, la tendencia alcista se mantiene por decimocuarto mes consecutivo y responde, principalmente, a las presiones inflacionarias.
La elevada cotización de los combustibles fósiles y las materias primas en el mercado internacional propició el encarecimiento de los bienes comercializados entre empresas niponas, con la consecuente sobrecarga económica para los consumidores.
En tal sentido, los precios de los productos derivados del petróleo y el carbón subieron un 30,9 por ciento, los que incluyen hierro o acero 29,9 por ciento, los relacionados con la madera 56,4 por ciento y los alimentos 3,7 por ciento, precisó el BOJ.
Otro factor determinante en el índice de precios mayoristas son los costos de importación, disparados a raíz de la rápida devaluación del yen frente al dólar.
A propósito, el gobernador de la principal institución financiera de Japón, Haruhiko Kuroda, reconoció que la inflación podría alcanzar pronto el límite del dos por ciento.
No obstante, descartó la posibilidad de que el BOJ siga a la Reserva Federal de Estados Unidos y su par europea en la transición hacia políticas monetarias más severas.