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La llegada de un segundo lote de 42 tanques M1A2T Abrams a Taiwán marcó un nuevo capítulo en la modernización de las fuerzas armadas de la isla, en un contexto de creciente presión militar por parte de China.
El desembarco de estos blindados estadounidenses, que refuerzan la capacidad defensiva de Taipéi, se produce en un momento de máxima tensión en el estrecho que separa a la isla del continente asiático.
“Estos vehículos, que son variantes del M1 Abrams —el principal tanque de combate de Estados Unidos—, llegaron al puerto de Taipéi el domingo por la noche y fueron transportados posteriormente a un centro de entrenamiento del Ejército taiwanés ubicado en el condado norteño de Hsinchu”, informó la agencia de noticias CNA.
El arribo de los tanques M1A2T Abrams, una versión avanzada del emblemático M1 Abrams, representa un paso significativo en la estrategia de defensa de Taiwán.
Según detalló la agencia CNA, los vehículos llegaron al puerto de la capital la noche del domingo y, tras su desembarco, fueron trasladados a un centro de entrenamiento militar en el condado de Hsinchu, al norte de la isla. Esta operación logística, cuidadosamente planificada, responde a la necesidad de fortalecer la preparación de las tropas taiwanesas ante posibles escenarios de conflicto.
El programa de adquisición de estos tanques forma parte de un ambicioso plan de modernización militar impulsado por el gobierno isleño.
Entre 2019 y 2027, Taiwán ha destinado aproximadamente 40.500 millones de dólares taiwaneses (unos 1.370 millones de dólares estadounidenses) para la compra de un total de 108 tanques M1A2T.
Esta inversión, que se traduce en una de las mayores partidas presupuestarias para defensa terrestre en la historia reciente de la isla, busca dotar al Sexto Cuerpo del Ejército —responsable de la defensa del norte de Taiwán— de una capacidad de disuasión creíble frente a cualquier intento de agresión.
La entrega de los tanques se ha realizado en varias fases.
De acuerdo con la información proporcionada por la agencia CNA, 38 vehículos arribaron en diciembre del año pasado, mientras que el segundo lote, compuesto por 42 unidades, llegó este domingo.
El calendario de entregas prevé que los 28 tanques restantes sean enviados a la isla en 2026, completando así el pedido total de 108 unidades. Esta secuencia escalonada permite a las fuerzas armadas taiwanesas integrar progresivamente los nuevos sistemas y adaptar sus doctrinas operativas a las capacidades avanzadas de los Abrams.
Los tanques M1A2T Abrams que ahora forman parte del arsenal taiwanés destacan por su potencia de fuego y su capacidad de supervivencia en el campo de batalla.
Equipadas con cañones de ánima lisa de 120 milímetros, estas unidades pueden penetrar blindajes de hasta 850 milímetros de espesor, una característica que los sitúa entre los vehículos de combate más avanzados del mundo. Además, su blindaje compuesto les permite resistir el impacto de proyectiles disparados por la mayoría de los tanques actualmente en servicio, lo que incrementa significativamente la protección de las tripulaciones.
Esta capacidad de fuego real, demostrada en ejercicios recientes, ha servido para validar la integración de los Abrams en las filas del ejército taiwanés y para enviar un mensaje claro sobre el nivel de preparación de las fuerzas armadas de la isla.
La llegada de los tanques estadounidenses se produce en un contexto de recrudecimiento de las tensiones entre Taiwán y China.
Las autoridades de Pekín consideran a la isla, gobernada de forma autónoma desde 1949, como “parte inalienable” de su territorio. Esta postura ha llevado a un aumento de la presión militar sobre Taipéi, con maniobras navales y aéreas frecuentes en las inmediaciones del estrecho de Taiwán. La adquisición de los Abrams responde, en parte, a la necesidad de contrarrestar el creciente poderío militar chino y de garantizar la capacidad de defensa de la isla ante cualquier eventualidad.
