La empresa estatal de Malasia opera en áreas que están bajo la soberanía del país. En una nota enviada a la embajada de Malasia, China expresa su desaprobación, a pesar de hace poco el primer ministro Anwar Ibrahim había mencionado la posibilidad de recurrir a las negociaciones para resolver la cuestión de los reclamos chinos.
China ha pedido a Malasia que suspenda todas las actividades de extracción de petróleo frente a las costas del Estado de Sarawak, donde opera la empresa Petronas. El pedido se hizo por medio de una nota de protesta que se envió a la embajada de Malasia en China la semana pasada, según escribió el diario Philippine Daily Inquirer, que publicó el documento. «La parte china insta una vez más a la parte malaya a respetar efectivamente la soberanía territorial y los intereses marítimos de China y suspender inmediatamente la actividad de exploración», dice el documento.
China acusa a Malasia de invadir las zonas delimitadas en el mar de China Meridional por lo que se denomina Línea de los nueve puntos, sobre las que Beijing reclama la soberanía, aunque se trata de una zona ubicada apenas a 100 kilómetros de Sarawak y a casi 2.000 kilómetros de China continental. Y a pesar de que en 2016 la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya declaró nulas las reivindicaciones chinas.
El documento también expresa cierta contrariedad por las actividades de exploración de petróleo y gas cerca del arrecife de Luconia, una zona que los malayos llaman “Gugusan Beting Raja Jarum” y China conoce como “Nankang Ansha” y “Beikang Ansha”. La zona está situada aproximadamente a 150 kilómetros al norte del Borneo malasio, dentro de la zona económica exclusiva de 200 millas náuticas de Malasia.
En los últimos años China ha incrementado la actividad militar en el Mar de China Meridional con el fin de hacer valer sus reclamaciones territoriales, entrando en conflicto con Taiwán y los países del Sudeste Asiático.
Por su parte, el primer ministro de Malasia Anwar Ibrahim ha intentado calmar las tensiones, utilizando hasta el momento un tono diplomático y conciliador. Sólo tres meses atrás el primer ministro había afirmado que China era un «verdadero amigo». “La gente dice: Malasia es una economía en crecimiento. No permitan que China abuse de sus privilegios y le quite recursos al país. Yo respondí que no. Al contrario, queremos beneficiarnos unos de otros, queremos aprender unos de otros y queremos obtener beneficios de este compromiso”, había afirmado Anwar Ibrahim el 20 de junio, durante la visita del Primer Ministro chino Li Qiang.
El año pasado Anwar desató una indignada reacción cuando sugirió que el gobierno estaba dispuesto a negociar las reivindicaciones territoriales de China en el Mar de China Meridional. «He dejado claro que Malasia considera la zona como territorio malasio; por lo tanto, Petronas continuará sus actividades de exploración», había dicho el primer ministro cuando informó al Parlamento. «Pero si China cree que tiene derechos, Malasia está abierta a las negociaciones».
Estas declaraciones provocaron la condena inmediata de la oposición malasia, representada por la coalición Perikatan Nasional. El ex primer ministro Muhyiddin Yassin había comentado que los derechos territoriales de Malasia no son negociables, «incluso si son reclamados por China». Posteriormente, el gobierno aclaró que el comentario del primer ministro ponían de manifiesto su deseo de que todas las cuestiones relacionadas con el Mar de China Meridional se resolvieran pacíficamente.
Malasia tiene soberanía sobre los atolones y arrecifes de Luconia desde 1963, y en 1974 el gobierno formó la empresa de energía Petronas y le concedió los derechos de exploración.
Como señala la Administración de Información Energética de Estados Unidos, en el Mar de China Meridional hay cerca de 3.600 millones de barriles de petróleo y más de 40 billones de pies cúbicos de gas natural, entre yacimientos comprobados y probables. Según datos de Rystad Energy, con sede en Oslo, la mayoría de estos recursos se encuentran en aguas chinas (1,4 mil millones de barriles de petróleo y 5,7 billones de pies cúbicos de gas natural) y de Malasia (1,3 mil millones de barriles de petróleo y 29 billones de pies cúbicos de gas natural).
Según datos de la Malaysian Investment Development Authority, la industria del petróleo y el gas aporta alrededor del 20% del PIB de Malasia. Como afirmó el Instituto Yusof Ishak de Singapur, el sector “se ha aprovechado de manera muy eficaz para el desarrollo económico a largo plazo” gracias a la promoción de las empresas nacionales.