El principal proveedor de Apple, Foxconn, y otros fabricantes de chips han optado por la India. Sobretodo después de que la administración Biden impusiera en octubre controles a la exportación de equipos a las fábricas chinas de chips avanzados.
«India tiene una gran reserva de mano de obra, una larga historia de fabricación y apoyo gubernamental para impulsar la industria y las exportaciones. Por todo ello, están estudiando si la fabricación india es una alternativa viable a China», explica a Business Insider Julie Gerdeman, CEO de Everstream, plataforma de gestión de riesgos de la cadena de suministro.
Pero es más fácil decirlo que hacerlo.
India es la mayor democracia del mundo, y eso complica la toma de decisiones
Como gran economía con una población joven, la India tiene potencial para convertirse en un gigante manufacturero. Pero el país también es tristemente famoso por su burocracia y sus trámites complejos.
«No es ni mucho menos un lugar en el que las empresas puedan llegar y abrir una tienda sin complicaciones burocráticas», afirma Ashutosh Sharma, director de investigación de Forrester, empresa de investigación de mercados.
«Estoy seguro de que China también tiene esos problemas. Aún así, su capacidad para avanzar rápidamente en esos requisitos de cumplimiento es mayor que en India. Esto porque India es mucho más democrática y hay demasiadas partes implicadas a las que satisfacer», añade.
En 2019, India ocupó el puesto 63 en una lista del Banco Mundial de 190 países clasificados en función de su facilidad para hacer negocios.
Si bien ese resultado es mucho mejor que la posición 142 que tenía en 2014, cuando el primer ministro Narendra Modi asumió el cargo, seguía estando por detrás de China, que ocupaba el puesto 31 en 2019, el último año en que se elaboró el índice antes de que el Banco Mundial lo suspendiera tras un escándalo de manipulación de datos.
Las irregularidades en los resultados hicieron subir puestos a China en 2018, según una auditoría del Banco Mundial publicada en diciembre de 2020.
India también tiene un historial de proteccionismo, lo que la hace menos competitiva a la hora de atraer grandes inversiones.
«China produce a escala, mientras que la mayoría de las fábricas en India son pequeñas y medianas debido a las regulaciones y protecciones federales diseñadas específicamente para las pymes», asegura Gerdeman.
China construyó un ecosistema de fabricación en 40 años
El primer ministro de India, Modi, ha estado trabajando para atraer inversiones extranjeras directas (IED), desde que asumió el cargo en 2014, obteniendo un récord de 83,600 millones de dólares (mdd) en el último año fiscal, según datos del Gobierno.
«India ciertamente tiene ventajas en términos de demografía, geografía e infraestructura existente. Gran parte de ella se ha construido en los últimos años», asegura Sharma. «Obviamente, puede aumentar la escala, pero lo que no tiene son todas las piezas del rompecabezas».
Aunque la India esté preparada para ser el centro de la producción mundial, China consiguió construir una cadena de valor tan extensa que casi todo lo necesario para fabricar un producto puede obtenerse y adquirirse en el país, lo que permite una fabricación de bajo costo a gran escala. En cambio, India no tiene aún esta capacidad, que tarda años en desarrollarse.
Esto se debe, según Sharma, a que las empresas inician siempre las operaciones de fábrica con la cadena de montaje antes de empezar a desarrollar cadenas de suministro locales para los productos acabados, en una «integración hacia atrás» de los procesos.
«Esa cadena de suministro tarda tiempo en construirse, porque incluso cuando te abasteces internamente, la calidad no es tan buena al principio, tu escala no es tan alta, y te encuentras con esos problemas. Así que sí, se puede hacer, pero lleva tiempo», explica a Business Insider.
Las empresas no lo apostarán todo a la India
En cualquier caso, es poco probable que las empresas acudan en masa a la India como lo hicieron a China, porque se ha demostrado que es demasiado arriesgado, afirman los expertos.
No solo Foxconn y Apple apostaron fuerte por China y ahora sufren las consecuencias: el gigante estadounidense de ropa deportiva Nike, el fabricante japonés de automóviles Toyota y el titán surcoreano de la tecnología Samsung figuran entre las muchas empresas que están experimentando problemas prolongados en su cadena de suministro debido a su dependencia del gigante manufacturero.
«Están buscando diversificar sus fuentes de suministro», señala Sharma. «Si nos fijamos en Foxconn y Apple, ya trasladaron una parte significativa de la producción a India y estoy seguro de que Vietnam está en la lista de países donde diversificar, entre otros lugares. Precisamente quieren pasar de depender de un solo país, como China, a un par de ubicaciones».
Esto significa cadenas de suministro más complejas, pero se diversificarán todas desde las etapas de la materia prima, asegura.
«Si pueden ubicar 2 o 3 lugares fiables desde los que abastecerse, seguirán teniendo fuentes alternativas, aunque algo ocurra en una de las ubicaciones», añade Sharma.