Sison, cuyo pseudónimo como poeta era Amado Guerrero, fundó el PCF el 26 de diciembre de 1968 en una cabaña de bambú en el norte del país para emular la revolución china. Entonces, Sison lideró una rebelión comunista que desafió la dictadura de Ferdinand Marcos y que todavía hoy combate al Estado filipino a través de su brazo armado, el Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), que cuenta con miles de combatientes en un centenar de campamentos a lo largo del archipiélago.
«El proletariado filipino y el pueblo obrero lamentan la muerte de su maestro y luz guía», subraya el PCF en un comunicado, en el que afirma que, «incluso en nuestro luto, nos comprometemos a dar toda nuestra fuerza y determinación para impulsar la revolución».
El brazo armado del PCF lleva librando una lucha armada contra el Gobierno filipino desde la década de 1960 lo que la convierte en la rebelión comunista vigente más longeva del mundo. Estados Unidos calificó a Sison como «simpatizante del terrorismo», que fue seguida por la Unión Europea, aunque esta acabó eliminando al líder comunista de su propia lista de partidarios de actos terroristas.
Esa fue una indigna acusación de Estados Unidos y la Unión Europea, que lo clasificaron como «sostén y apoyo del terrorismo», por su función como dirigente de la guerrilla comunista del Nuevo Ejército del Pueblo, NPA, que con toda legitimidad y derecho se opuso a la sanguinaria dictadura de Marcos y a sus continuadores. Durante la presidencia de Aquino, fiel protectora de los privilegios de la oligarquía, con Gloria Macapagal y con Benigno Aquino, el país siguió prisionero de la corrupción y la delincuencia de los poderosos, como bajo la presidencia de Rodrigo Duterte, que con el pretexto de combatir la droga impulsó una matanza de decenas de miles de personas, que fueron asesinadas por la policía y el ejército.
La burguesía filipina siempre ha recurrido a matanzas y asesinatos extrajudiciales, como la matanza de Maguindánao, durante la presidencia de Macapagal. Duterte dio órdenes de «disparar a matar» contra los comunistas, y llegó a ofrecer una recompensa de quinientos dólares a cualquiera que matase a un comunista.
El PCE manda sus condolencias
Las muestras de condolencias ante el fallecimiento de este destacado escritor, dirigente del Partido Comunista de Filipinas y valeroso militante que fue torturado y encarcelado durante largos años por la siniestra dictadura de Ferdinand Marcos se suceden a lo largo del planeta. Entre ellos del PCE que ha emitido un comunicado en donde muestran sus “condolencias al Partido Comunista de Filipinas tras la partida física de José María Sisón”.
En el texto se repasa la realidad del pueblo filipino, más de la tercera parte del cual vive en la miseria y donde los gobiernos han permitido a los militares robar, violar y saquear, y cuyos gobernantes firmaron un acuerdo militar con Estados Unidos (Visiting Forces Agreement, VFA) que les permite intervenir y controlar el país, además de ligarlo a su estrategia contra China. El PCE destaca que “contra todo ello luchó José María Sisón a lo largo de su vida, siempre en defensa de la libertad, la justicia y el socialismo”. “En nombre del Partido Comunista de España os hacemos llegar nuestras más sinceras condolencias en la seguridad de que los comunistas filipinos seguirán el ejemplo y la lucha de José María Sisón”, concluye el comunicado difundido.