Para paliar una profunda crisis financiera global, la automotriz Nissan procederá al cierre de al menos siete plantas en distintas partes del mundo. Desde Japón, la maniobra fue confirmada por el nuevo CEO, el mexicano Iván Espinosa, en una reunión con accionistas.
El evento, que tuvo por fin oficializar el ingreso de Espinosa al directorio de la empresa japonesa, fue descrito por la prensa local como un encuentro tenso. Frente al auditorio de accionistas, el ejecutivo asumió su cargo con un pedido de disculpas tras conocerse los daños financieros que el pobre desempeño comercial de los últimos meses produjo a nivel global.
“Nos disculpamos profundamente por causar preocupación”, dijo Espinoza ante los accionistas según un artículo del Yomiuri Shimbun. Además, el mexicano se refirió al déficit operativo que arrojó el último balance, siendo uno de los peores en la historia de Nissan con un negativo de 670.800 millones de yenes (alrededor de 4.620 millones de dólares).
Como reacción al último dato contable, Espinoza confirmó que Nissan procederá al cierre de al menos siete plantas en todo el mundo. Una de ellas ubicada dentro de Japón, lo que causará un cierre sin precedentes para la empresa y toda la industria automotriz japonesa, que tradicionalmente priorizó el trabajo nacional por sobre el de sus filiales en el extranjero.
Además, otros directivos de la compañía que permanecerán en sus cargos explicaron el fracaso de la negociación para la fusión con Honda. Tal y como se comentaba en el ámbito automotriz, Nissan se negó al acuerdo con la competidora japonesa debido a una “intención de transformar a Nissan en una filial”.
A partir de ese fracaso, los problemas financieros de Nissan se profundizaron. De hecho, la compañía todavía espera la llegada de inversores externos para recuperar agilidad contable y poder apostar a una renovación de su línea de oferta.
Esto último sería especialmente importante para Nissan, compañía que sufrió los efectos de la electrificación de los automóviles y el avance de las marcas chinas sobre el mercado. Con poca oferta eléctrica, los autos de Nissan quedaron relegados en la predilección de los clientes en Asia y Europa, manteniendo a Estados Unidos como único mercado de alto volumen.